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El cartameño Iván Toro, con su equipo de la UMA, consigue la medalla de bronce en el concurso internacional de biología sintética iGEM

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El cartameño Iván Toro, con su equipo de la UMA, consigue la medalla de bronce en el concurso internacional de biología sintética iGEM

La competición se ha celebrado en París

El cartameño Iván Toro, junto a su equipo que ha representado a la Universidad de Málaga, ha conseguido la medalla de bronce en el concurso internacional de biología sintética iGEM (International Genetically Engineered Machine Competition),  que se ha celebrado recientemente en París, y es considerado como el más importante en materia de biología sintética en el mundo.
El alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, y el concejal de Medioambiente, Jairo Delgado, han recibido a Toro en la Casa Consistorial para darle la enhorabuena por este galardón. “Estamos muy orgullosos de tener jóvenes como Iván que llevan el nombre de Cártama fuera de nuestra fronteras y queremos animarle a que siga adelante con este proyecto y con nuevos retos que contribuyan a cuidar nuestro entorno y mejorar la calidad de vida de la población”, declaró el regidor municipal.
Un total de 350 equipos, procedentes de 49 países, compitieron en la final (Grand Jamoboree). De los equipos que concurrieron al certamen, tres de ellos eran de España, siendo el equipo de Iván el único procedente de Andalucía.
El proyecto propuesto por el equipo malagueño, denominado StarchSTEM, está centrado en la sostenibilidad y en dar respuesta al problema de los residuos vegetales. Para ello, gracias a la biología sintética, se ha diseñado un protocolo específico para la obtención de plásmidos que contengan los genes necesarios para la degradación de la celulosa y la síntesis del almidón, así como sus correspondientes marcadores fluorescentes. Los diferentes casetes se han integrado mediante el método BioBrick Assemby. El desempeño de las enzimas ha sido verificado por métodos colorimétricos y enzimáticos.
De este modo, se ha llegado a la creación de bacterias capaces de degradar residuos vegetales y transformarlos en almidón, que se puede destinar a la elaboración de bioplástico, espesantes o biocombustible, entre otros procesos. Asimismo, con este proyecto se contribuiría a sacar un mayor aprovechamiento de los residuos vegetales y evitando el gasto de energía que genera su tratamiento.